Fragment of Archbishop Wenski’s homily at ordination of Matias Alejandro Hualpa, Ivan Rodriguez and Fenly Saint-Jean. May 24th 2014.
Fragmento de la homilía del Arzobispo Wenski en la ordenación de Matias Alejandro Hualpa, Iván Rodríguez y Fenly Saint-Jean. 24 de mayo 2014.
Ivan, Fenly, Matias, when your names were just called, you responded “Present.” Like Isaiah who heard the Lord’s voice asking, “Whom shall I send; who will go for us?” You answered, “Here am I, send me.”
Una vocación sacerdotal, en las palabras del nuevo santo, Juan Pablo II, es un “don y un misterio”. Abrazar el don y entrar en el misterio que le permite al sacerdote, en comunión con Jesús, actuar en Su nombre y en Su vista, como pastor de almas, es un paso que no se debe tomar a la ligera. Así como el sacerdote ofrece el Santo Sacrificio todos los días, el sacrificio también debe ser la condición de su vida. Al brindar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nosotros también tenemos que dar nuestro cuerpo y nuestra sangre por la vida de nuestro pueblo.
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