Oh señora mía,
oh madre mía,
yo me ofrezco del todo a ti.
Y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día,
mis ojos,
mis oídos,
mi lengua,
mi corazón,
en una palabra,
todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh madre de bondad,
guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento
y posesión tuyo. Amen.
En tu poder y en tu bondad fundo mi vida.
En ellos espero confiado como un niño
Madre admirable en ti y tu hijo
en toda circunstancia
creo y confío ciegamente. Amen
No hay comentarios todavía... ¡Sé el primero en dejar uno!