
La alegría es una característica que debería notarse en todo Cristiano, y en particular en nosotros schoenstattianos, como hijos mimados de la Mater, no podemos vivir en un pesimismo, debemos sentirnos confiados y creer en la victoriosidad de Dios y cultivar siempre y en todo la alegría.
Esta semana no sólo me comprometo a sentirme alegre, sino también a irradiar alegría a todos los que me rodean.
Cada conquista la reportamos al link adjunto así como otros capitales que hayamos trabajado.
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