El día en que el Padre Fundador elige para entregar a la Mater en el santuario de Bellavista, Chile, la primera carta de su respuesta a las observaciones realizadas por el Obispo Auxiliar de Tréveris sobre algunos aspectos del movimiento. Con ello se desencadenan una serie de hechos que culminan con el Exilio del Padre Fundador. Es la Cruzada del pensar, amar y vivir orgánico. “El amor a María regala siempre de por sí esta manera de pensar orgánica”. “El poder más grande en el cielo y en la tierra es el amor que fusiona los corazones. La Santísima Virgen nos ha regalado el uno al otro. Queremos permanecer recíprocamente fieles: el uno en el otro, con el otro, para el otro, en el corazón de Dios.” Ese fue el secreto de Nuestro Fundador que le ayudó a ir a Dachau y al Exilio sin perder la alegría y el buen hacer.
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